“Tan pronto como confíes en ti mismo, sabrás cómo vivir”.
Johann Wolfgang von Goethet.
El día de muertos acaba de pasar. Ese día, dónde recordamos a nuestros seres amados que ya han cruzado el umbral hacia lo desconocido. Y también, ese día en el que reconocemos a la muerte como un elemento más de la vida.
Dicen, que la mayor maldición del ser humano es la noción de su propia muerte.
Actualmente una persona con suerte puede vivir unos 100 años. Es decir, 5,200 semanas. En mi caso, estoy por cumplir 29 años. Es decir, me quedan 3,692 semanas. Mucho tiempo desde mi perspectiva. Pero no tanto si lo comparo con los millones de años que han pasado y los que sucederán.
Hoy quiero hablar sobre uno de los mayores miedos que he tenido. El miedo a no atreverse, el miedo a no desarrollar nuestro propio potencial. El miedo a no ser suficiente.
Este podría ser nuestro único tiro. Es decir, nuestra única vida. Es importante comenzar a disfrutarla. Hacer todo aquello que nos haga felices. Así que, no dejes que el miedo a no sentirte suficiente arruine esta única oportunidad. A continuación, te cuento que es el síndrome del impostor y cómo enfrentarlo.
Si haz sentido este miedo no debes avergonzarte. Es algo que tienes por puro instinto de supervivencia. Esto se dede, a las improntas. Es decir, a los aprendizajes que va adquiriendo una especie para garantizar su supervivencia.
Existen 3 tipos de improntas: Las primarias que son las que adquirimos de los 0 a 10 años. Las somáticas que son las que adquirimos con experiencias impactantes. Y las ultimas que son el último recuerdo de determinada experiencia.
Por instinto, nuestro cerebro busca situaciones positivas. Pero también tiende a esquivar las experiencias negativas. Por lo tanto, cuando eres adulto y la vida te exige hacer una situación que de niño te genero estrés. Tu cerebro, se pondrá alerta y generará sentimientos de miedo. Lo que impide que hagamos cosas nuevas.
La buena noticia es que las improntas se pueden modificar con neuroplasticidad. O sea, la capacidad de nuestro cerebro para crear nuevas conexiones. Por estas conexiones surge la creatividad. Pero ese es otro tema.
Para poder modificar nuestras improntas es importante que las aceptemos y entendamos. Una vez las tengamos identificadas vamos a poder cambiarlas.
Un ejercicio que a mí me sirvió mucho para encontrarlas, fue hacer una lista con todas mis creencias limitantes. Una de estas fue.
“Siempre me gusto dibujar sobre mis apuntes en la escuela. Sin embargo, para que aprender si soy abogado, no me servirá profesionalmente y hay muchas personas que lo hacen de manera profesional”.
Sindrome del impostor Rolando

Lo mismo puedo pensarlo para temas legales, de emprendimiento, proyectos creativos o tareas dentro de las empresas donde trabajo. En algún punto de mi infancia alguna experiencia, generó en mí, la creencia negativa de que no tiene caso que yo haga las cosas, porque alguien más lo puede hacer mejor. Entonces, mi cerebro comenzó a evitar enfrentar situaciones nuevas o situaciones donde la atención estuviera enfocada en mí.
La neofobia. Es decir, el miedo a hacer algo por primera vez me estaba consumiendo. No obstante, cuando comprendí que no era mala, sino solo una manera que tenemos los humanos por preservar nuestro lugar en el mundo. Comencé a atreverme a hacer cosas nuevas.
Aprendí a aceptar y abrazar los miedos. Mismos que nunca considere importantes. Sin embargo, vivían en mi subconsciente y esto estaba impidiendo que disfrutara de nuevas experiencias.
“Lo que aceptas te transforma. Lo que niegas te somete”.
Carl Jung
¿Cómo se siente el sindrome del impostor?
Te comparto 4 pensamientos que genera el síndrome del impostor.
1. Pensar que no eres suficiente.

“Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú”.
Aldous Huxley
Con tantas historias de éxito a nuestro alrededor. Con las redes sociales, mostrándonos lo maravillosa que es la vida de los demás y con todos esos gurús con rutinas de éxito y cuerpos atléticos. En la actualidad, es muy fácil creer que no somos suficientes.
Consideramos que todo lo que tenemos para aportarle al mundo es innecesario, que no vale la pena, que no hace falta o que alguien ya lo esta haciendo mejor.
Es probable que este pensamiento te este privando de tomar la decisión que cambiara tu vida. Una cosa que yo hago para empezar algún proyecto nuevo. Es simplemente hacerlo para mí. No busco el reconocimiento de nadie. Solo la satisfacción de hacer las cosas. De esta manera juego con la creatividad y cuando menos lo imaginas, alguien te pide que lo ayudes y tu pasatiempos se convierte en una nueva fuente de ingresos.
El mundo quiere escucharte. No te detengas por no sentirte suficiente.
2. Las cosas te pasan por suerte.

“Es mejor tener suerte, pero yo prefiero ser prevenido. Entonces cuando la suerte viene, uno está preparado.”
Ernest Hemingway
A veces, no podemos creer que nos este yendo bien. Nos sorprende las cosas que hemos logrado y pensamos que seguro fueron azares del destino. Pensamos que no merecemos las cosas que se nos han dado y caemos en una falsa modestia que lo único que hace es limitar el talento que tenemos.
Si bien, el privilegio existe y algunas personas tienen más oportunidades que otras. Es importante que quién tiene la oportunidad la aproveche y se esfuerce por mejorar las condiciones de los que no.
No te lamentes por las oportunidades que se te han dado, ni te autosaboteés pensando que otra persona debería estar ocupando tu lugar. Lo tuyo no es suerte, es una combinación de factores que te esta dando la oportunidad de demostrar lo bueno que eres.
Eso sí, tienes la obligación de buscar la excelencia todos los días. Si ya tienes la oportunidad ahora es tu obligación prepárarte cada día para hacer mejor ese trabajo que tanto amas. Si haces esto en 5 años serás todo un especialista como con los que hoy te comparas.
Y si consideras que no eres privilegiado. Detente a pensar que estas haciendo en estos momentos. Para leer esto tienes acceso a internet y a un dispositivo electrónico, también tienes la facultad de leer y el tiempo para ello. Estos factores no todos los tienen. Sin duda eres una persona privilegiada y puedes comenzar a potencializar cualquier cosa que desees. Solo hazlo.
3 Miedo a cobrar

«Servir a otros es el costo que pagas por tu estancia aquí en la tierra.“
Muhammad Ali
Considero muy acertada la frase de Muhammad Ali. Sin embargo, no te olvides de cobrar cuando sirves a los demás, Cuando somos nuevos en algo no nos sentimos los suficiente capaces como para cobrar por nuestro trabajo. Consideramos que el trabajo sin experiencia no tiene ningún valor.
Después de todo quien se atrevería a pagar por nuestro trabajo cuando hay mucha gente que lo puede hacer mejor que nosotros. A mí me paso, al principio consideraba que mi trabajo no era profesional y me daba miedo cobrar por lo que hacia. Pensaba:
«Si lo hice mal por mi falta de experiencia, el cliente se enojara conmigo y me reprochará el trabajo. En cambio, si se lo doy gratis, aunque este mal no podrá reprochármelo«.
En la universidad los profesores nos decían que si no trabajábamos como estudiantes nadie nos iba a contratar. Qué era muy importante la experiencia y que como estudiantes nos podíamos equivocar y no pasaba nada. Si no tienes experiencia y por eso te da miedo trabajar o cobrar. Te tengo una noticia, la única manera de generar experiencia es trabajando y mejor que empieces a cobrar, porque todos los que hoy son profesionales pasaron por el mismo lugar donde tu estas.
Si quieres desarrollar una habilidad para después cobrar por ella, comienza haciendo trabajos para ti, por amor al arte. Actualmente en Youtube puedes encontrar un montón de tutoriales sobre cómo hacer las cosas. Estudia y practica todos los días y cuando llegue la oportunidad no pienses si estas listo o no. Solo hazlo y cobra por tu trabajo.
Solo tenemos un tiro. Al final, no importan nuestros errores y ni nuestras acciones. Si el universo no tiene propósito, nosotros podemos determinar cuál será. Si esta es nuestra única vida no hay ningún motivo para no divertirse, y vivir lo más felices posible. Hacer bien a la sociedad y cobrar por nuestro trabajo.
4 Sentir que estafas a quien te contrata

“Muchos han comerciado con ilusiones y falsos milagros , engañando a la estúpida multitud.”
Leonardo Da Vinci
Sentir que engañas a quien te contrata. Rechazar un halago cuando hablan bien de tu trabajo es también síndrome del impostor. Si alguien te contrata es porque necesita de las habilidades que posees lo menos que quiere es que ese campeón que acaba de adquirir para su empresa le diga.
–Muchas gracias. Pero no soy tan bueno en lo que hago.
Tu contratante se sentirá la persona más éstupida por haber contratado a alguien que dice que no es el mejor o que no sabe hacer algo.
Deja la falsa modestia y haz lo que te piden. No le temas a las nuevas cosas, investiga un poco, pregunta si no sabes. Pero hazlo.
Sin embargo, es importante que tampoco vayamos al otro extremo donde con comportamientos mediocres pensemos que merecemos cobrar todo. En este caso tendríamos un problema de ego. Si vendemos algo que sabemos nuestro cliente no necesita, si elevamos los costos, si prometemos hacer algo que no sabemos o si cobramos por algo que no le servira absolutamente para nada a nuestro cliente. Estamos hablando de estafas. No seas un vendehumos al final la verdad siempre se descubre.
Lo mejor es que seas honesto contigo y afrontes las tareas que se te ponen al frente. Prepárate todos los días y toma acción. Si vas haciendo cosas diferentes todos los días en unos años estarás en un lugar y una posición que jamás hubieras imaginado. Inténtalo.
Deja de pensar y empieza a hacer.
Después de analizar estos 4 pensamientos quiero darte un mensaje. Nunca vas a estar listo. El mundo esta lleno de millones de posibilidades y la única constante es el caos. Así que, sí piensas que permanecer preparándote por años y salir al mundo cuando consideres que ya eres un profesional morirás sin haber hecho nada.
En un mundo en constante cambio, todos los días aparecen aplicaciones que mejoran nuestro trabajo. Mientras, que otras herramientas quedan obsoletas. También cada día la inteligencia artificial evoluciona y trabajos que hacían personas ahora lo hacen robots o algoritmos.
Que tragedia sería que estudiaras por 10 años y cuando por fin te consideres listo para hacer algo, un robot ya lo hace mejor. Toma acción, empieza con lo que tengas y enséñale al mundo tu trabajo. El mundo quiere escucharte.
Piensa en la escalera del conocimiento.

Tal vez hoy no seas el maestro que llegarás a ser. Pero con el conocimiento que ya tienes y las experiencias que has generado ya tienes mucho para compartir con otros que necesitan escucharte.
Trabaja todos los días. Vuélvete un experto. Somos millones de personas y todos necesitamos escuchar a los otros. Tu trabajo es muy valioso no lo subestimes.
Todos los días con pequeñas acciones vas construyendo tu sueño. No vas a llegar de la noche a la mañana. Tienes que hacer un poco todos los días.

Velo de esta manera, si cada día trabajas en tu sueño. Será como un ladrillo que va construyendo la casa de tus sueños. El síndrome del impostor te va a detener de golpe y no pondrás ningún ladrillo mientras pienses que no eres suficiente.
En cambio si cada día haces un poco y pones uno o dos ladrillos a tu construcción. Un día abrirás los ojos y habrás conseguido construir esa casa. Es decir, convertirte en ese maestro de lo que amas.
Gracias.
Muchas gracias por leer esta entrada. Sé que es difícil atrevernos a hacer algo nuevo. Si nos atrevemos a hacer todo lo que se nos encomienda generaremos nuevas experiencias y aprendizajes que nos darán nuevas oportunidades.
El agradecimiento es la memoria del corazón.
Lao Tse
Convierte esas improntas primarias en improntas ultimas con acciones positivas. Es decir, atrévete a hacer cosas nuevas y piérdeles el miedo. Agradece todas las situaciones negativas que te ocurran. Son maestras de vida.
Recuerda que tus aprendizajes y experiencias son muy valiosos. Tu trabajo es necesario para el mundo. No pienses que no eres suficiente, si alguien te contrata es porque te necesita.
Si estas en una posición agradece la oportunidad. No es suerte, por alguna razón estas ahí. Así que, ponte a estudiar y a trabajar en ello. Conviértete en un profesional y cobra por tu trabajo. Te lo has ganado.
No prives al mundo de tu talento y de tu voz. Por miedo. No te prives de tener una vida que valga la pena ser vivida. Este podría ser nuestro único tiro. Aprovéchalo y en lugar de ver la noción de la muerte como una maldición velo como una bendición. Disfruta cada día sabiendo que un día cerrarás los ojos , contarás un segundo y ese segundo será lo que dure la eternidad.
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Hasta la próxima.